Por José Luis de la Calva
(PARÍS, Francia).- El presidente de este país, recorrió varias calles de la capital y el Arco del Triunfo, donde una estatua de Marianne, figura alegórica, personificación y uno de los símbolos nacionales de la República Francesa fue destruida, víctimas de las protestas del «chaleco amarillo», contra las reformas por la subida de los precios de los combustibles, que aseguran se encuentra apartada de la realidad.
Se trata del tercer fin de semana seguido en el que el movimiento que recibe el nombre de los chalecos reflectantes, sale a prostestar. Es amplio y difuso y no está impulsado por ningún partido o sindicato.
Emmanuel Macron, regresó de Argentina, e inmediatamente se dirigió al lugar, acompañado del ministro del Interior, Christophe Castaner, para evaluar los daños al histórico monumento y demás lugares. El presidente no descartó imponer el estado de emergencia.
A seguidas macron, inició una reunión de emergencia con el primer ministro Edouard Philippe y con los ministros de Asuntos del Interior y Ecología, para discutir los disturbios y cómo manejar el movimiento social popular de los “chalecos amarillos”.
Aproximadamente 3 mil manifestantes partidarios de la extrema derecha y de la extrema izquierda, destruyeron e incendiaon inmuebles y vehículos.
El ministro del Interior dijo que hubieron 412 arrestos, de los cuales 378 permanecen bajo custodia, y 133 personas heridas, entre ellas 23 oficiales de policía.
Bajo el aplauso de partidarios e interrupciones de algunos manifestantes de “chaleco amarillo”, Macron, se tomó tiempo para reunirse con fuerzas de seguridad y bomberos que fueron movilizados el sábado para resguardar la manifestación ensombrecida por la creciente violencia.
Castaner, tampoco descartó el estado de excepción. “Todo lo que aporte más seguridad. No hay tabúes. Estoy dispuesto a a considerarlo todo”, dijo Castaner la noche del sábado en declaraciones a la televisión BFMTV. El estado de excepción impuesto tras los atentados islamistas en Francia, fue levantado a fines del año pasado.
El vocero gubernamental Benjamin Griveaux, declaró a la radio Europe 1, que había que analizar todas las opciones «Tenemos que pensar sobre las medidas que pueden tomarse para que estos incidentes no vuelvan a ocurrir», dijo.
Vídeos mostraron cómo avenidas vibrantes de la capital se convirtieron en campo de batalla. Vehículos volcados estaban en llamas alrededor del Arco del Triunfo, escaparates de comercios, entre ellos de Channel y Dior, fueron destruidos y se incendiaron árboles de Navidad, lo que obligó al cierre de decenas de estaciones del metro.
Imagen: dailynewssegypt.com